REIKIAVIK, (AFP) - A la hora prevista, como por arte de magia, tal y como lo previeron los astrónomos, la Luna se volvió roja delante de los espectadores del hemisferio norte, maravillados al ver un cielo sin nubes y decorado con esta impresionante esfera de Navidad.
El eclipse total de Luna empezó a las 07h41 GMT: la Luna, la Tierra y el Sol estaban perfectamente alineados.
La Luna se veía roja desde el Planeta azul cuando el satélite se colocó por completo en el cono de sombra de la Tierra, fuera del alcance de los rayos solares.
El tono rojizo que cubrió la Luna se debe a que la atmósfera terrestre desvía los rayos solares que rozan la Tierra, siendo los rayos de color rojo los que alcanzan a llegar hasta el satélite.
El eclipse total de Luna pudo ser observado en Norteamérica, en el oeste de Europa y en una parte de Asia durante más de una hora (de 07h41 a 08h53 GMT), a condición de que las nubes no impidieran ver el fenómeno.
En un estacionamiento de Reikiavik, la Asociación de Astrónomos Aficionados instaló un telescopio para que una treintena de islandeses disfrutaran del cielo completamente despejado y pudiera ver mejor los astros y la Luna, a pesar de las temperaturas polares.
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